“La obra viva”. Esta técnica de innovación pictórica sin duda marca la diferencia ya que tiene una fuerte identidad propia.

Aplicada por lo general sobre láminas de chapa (hierro), entorno a los 0,8 mm de grosor, sobre la que reposan los pigmentos naturales decantados a base de evaporaciones y oxidaciones puntuales. Los tamaños de cada pieza pueden ser de lo más diversos y su presencia en cualquier entorno genera gran interés a nivel artístico y decorativo, aportando un valor añadido distintivo al espacio.

A continuación se muestran algunos de nuestros proyectos: